Chapter 86 - Capítulo 8: Diferentes Reacciones (2) (1/2)

”¿Sigues sin olvidarlo?” - preguntó Squall con una sonrisa

”¡ES IMPOSIBLE QUE PUEDA OLVIDAR A ESE BASTARDO!” - gritó Autumn con furia.

Squall no hizo nada para calmar a su amante, aunque la sonrisa en su rostro no desapareció y esto se debía a que ella había sido la responsable de que todo sucediera.

Todo empezó cuando ellas todavía trabajaban para los Estados Unidos y lo vieron. Él solo tenía 19 años cuando se vieron por primera vez y Squall tenía que admitir que era le chico más apuesto que había visto. Ella se interesó de inmediato en el chico y su interés aumentó cuando fue él quien la salvó de perder un brazo y un ojo en medio de una operación secreta.

Squall había intentado seducirlo porque luego de ver lo fuerte que era, ella deseaba poseerlo, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. Cloud no le prestó mucha atención a pesar de que la había llamado hermosa más de una vez cuando salían de vez en cuando. Con el tiempo, él se fue de Estados Unidos pero ella todavía no se rinde, él será suyo aunque sea lo último que haga y no parará hasta que ċumpla su objetivo, después de todo, no hay nada más excitante que un poder que sobrehumano.

”. . .” - Autumn solo miró con el ceño fruncido a su pareja. Ella sabía que a pesar de estar en una relación con Squall, ella todavía estaba interesado en ese monstruo rubio, aunque sinceramente ella también lo estaba pero no a un nivel romántico sino por su fuerza. Ella, al igual que Squall, tenía una atracción natural al poder y ese era el motivo que las había unido.

”No te pongas celosa, cariño” - dijo Squall mientras le daba un beso a su amante - ”Sabes muy bien que aunque logre poseer a Cloud Strife, siempre estarás a mi lado... quien sabe, puede que incluso disfrutes estar en entre nosotros~”

”Hmph” - Autumn solo bufó con molestia pero rápidamente su expresión cambió a una de excitación cuando sintió las caricias de su bella amante.

”Veo que estás un poco enojada... supongo que tendré que compensártelo” - sonrió Squall mientras volvía a besar a su amante de cabello castaño.

Luego de eso, solo se pudieron escuchar los gemidos de placer de dos mujeres desde la habitación.

”Interesante...” - dijo una chica de cabello plateado. Ella tenía una baja estatura y estaba vistiendo un uniforme militar de color blanco que complementaba muy bien sus facciones de muñeca de porcelana.

”¿Sucede algo, Capitana?” - preguntó una chica que vestía un traje negro de oficina.

”Solo recibí una información interesante” - dijo la chica de cabello plateado. Su nombre era Laura Bodewig, representante de Alemania y Capitana de la organización Schwarzer Hase

”¿Se trata del objetivo, Capitana?” - preguntó una mujer de cabello azul que vestía un uniforme similar al de las demás chicas del escuadrón pero con la diferencia de que portaba una boina negra.

”Incorrecto Clarissa” - respondió la capitana del escuadrón - ”Esta información es mucho más interesante”

”¡Permiso para verla, señora!” - exclamó la mujer de cabello azul.

”Permiso concedido” - dijo Laura mientras le entregaba el documento.

”. . .” - Clarissa se quedó leyendo la información y se sorprendió con el contenido - ”¡¿Esta información es verídica?!”

”Hasta donde me informó la base central, todo es cien por ciento verídico” - asintió Laura - ”Estoy segura de que los altos mandos tienen que estar emocionados con la noticia de que si derrotan a Sephiroth, ellos podrán conseguir el agente que tanto han deseado”

”¡Esto suena a la trama de un manga japonés!” - exclamó Clarissa con emoción mientras su imaginación empezaba a funcionar.

”Creo que nuestra vice-capitana no volverá a la normalidad en al menos una hora...” - murmuró una de las chicas que estaba en la habitación mientras las demás asentían.

”¿Cuanto tiempo necesitamos para entrar en el territorio japones?” - preguntó Laura con seriedad. Con esta noticia, ella ahora tenía dos objetivos, el primero era hacer que Chifuyu Orimura vuelva a Alemania y el segundo era derrotar a Sephiroth.

”¡Tiempo esperado para nuestra llegada a las costas de Japón, 2 días, 7 horas y 34 minutos!” - exclamó otra chica.

”Perfecto...” - asintió Laura con una pequeña sonrisa en su rostro - ”Veamos que tan peligroso es el hombre más fuerte del mundo...”

* * * * *

”Hmm... interesante...” - murmuró un hombre rubio que vestía un traje de negocios - ”Si esta información es cierta, entonces tendremos que revisar nuestro plan...”

”Señor Dunois... ¿cree que sea buena idea que mandemos a Charlotte-sama vestida como hombre?” - preguntó su secretaria - ”Estoy segura de que Cloud Strife descubrirá su género casi de inmediato”

”Lo sé” - murmuró el empresario - ”Supongo que tendremos que cambiar nuestro plan de acción...”

Él estaba seguro que al ser el único hombre capaz de usar IS, Japón le entregaría uno personalizado y muy probablemente la responsable de crearlo sería Tabane Shinonono, la madre de los IS y genio reconocida mundialmente. El motivo de pensar esto era simple, Ichika Orimura era el hermano menor de Chifuyu Orimura, mejor amiga de Tabane, y al mismo tiempo él mejor amigo de Houki Shinonono, la hermana menor de la inventora,

”Tal vez podamos aprovechar la belleza de Charlotte-sama” - dijo la secretaria.

”No es una mala idea...” - murmuró el Señor Dunois - ”¡Llama a Charlotte!”

”De inmediato” - respondió la secretaria, solo para que luego de unos minutos, una bella chica de cabello rubio dorado. Sus ojos morados demostraban su inocencia y hacía un contraste letal con su cuerpo bien desarrollado para su edad.

”Charlotte... hija mía” - dijo Dunois con una media sonrisa.

”Padre...” - respondió Charlotte con una ligera incomodad que pasó desapercibida por el empresario - ”Escuché que me llamaste”

”Así es” - asintió el hombre de negocios - ”Quería decirte que no será necesario que te vistas como hombre cuando vayas a la Academia IS”

”¡¿Enserio?!” - exclamó la chica rubia con emoción. Ella sinceramente no quería convertirse en alguien que no era pero para poder ċumplir los deseos de su padre, ella tendría que hacerlo de todos modos. Él la había tomado cuando su madre había muerto, así que era lo que menos podía hacer a pesar de lo mucho que le disgustaba la idea.

”Así es, hija” - asintió el empresario - ”Pero el objetivo no cambiará, todavía quiero que hagas contacto con Ichika Orimura e intentes conseguir la mayor información posible de su IS”